La confesión es el acto de decirle a Dios, en oración, el pecado que hemos cometido. Esto ocurre antes del Arrepentimiento.
Debemos confesar nuestros pecados porque Dios no se alegra en la persona que no lo hace (probablemente debido al orgullo). Además, encontramos gracia cuando confesamos.
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El que encubre sus pecados no prosperará,
pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.— Proverbios 28:13
Para confesar, primero debemos reconocer ante Dios que somos pecadores, y luego mencionar cada pecado específicamente.